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¿Qué nos ha dejado la Estación Espacial Internacional en 20 años?

¿Qué nos ha dejado la Estación Espacial Internacional en 20 años?

By Carolcfr

En medio de toda la revolución tecnológica que caracteriza la primera década del siglo XXI, algunos logros, se han disipado en la oscuridad de la memoria colectiva, o al menos así lo parece. Para dar un poco de luz y refrescar, habría que remontarse 20 años atrás cuando llegaba la primera tripulación a la Estación Espacial Internacional (EEI).

Un 2 de noviembre del 2000 el astronauta estadounidense William Shepherd y los rusos Yuri Guidzenko y Serguéi Krikaliov, abordaron la EEI, convirtiéndose en los primeros humanos en habitarla.

Desde ese momento a la fecha, siempre ha estado ocupada la EEI. Han pasado por allí 241 personas en distintos momentos, provenientes de 19 países diferentes. Recientemente se ha cumplido la segunda década de ese acontecimiento, pero ¿qué logros ha sumado en su haber, este avance del desarrollo tecnológico humano?

Es la nave espacial más grande construida por el hombre

Tal vez tú y muchos de nosotros no lo sepamos, pero la Estación Espacial Internacional, es la nave más grande construida hasta ahora por el ser humano. Su historia inicia en noviembre 1998 cuando el cohete de nombre Protón de origen ruso, puso en órbita el módulo ruso Zaryá, que dotaría de energía a la EEI. Un mes después, la NASA puso en órbita el nodo Unity a través de su transbordador Endeavour 15?.

Entre julio, con la llegada del modulo de servicio Zvezdá, y Octubre del 2000, con la incorporación de la estructura integrada ITS Z1 que permitía la comunicación con Tierra, se preparó todo para recibir a la primera tripulación.

En abril del año siguiente, los países asociados en este proyecto, autorizaron el primer vuelo turista hacia la EEI que estuvo a cargo de Dennis Tito. Este norteamericano permaneció seis días, a inicios del mes de mayo.

Este artilugio de la invención colectiva es enorme. Mide casi lo mismo que una cancha de fútbol (109 metros de largo) y pesa mas de 450 toneladas. Es considerado por muchos como el laboratorio ubicado a mayor altura, pues se encuentra a más de 400 kilómetros sobre la superficie terrestre.

Comunidad en órbita

Es muy interesante notar cómo esta nave ha permitido demostrar que, con un poco de voluntad, entre todos podemos hacer cosas increíbles. Tal vez no lo sepas, pero para construir la EEI se requirió la colaboración de 15 países. Hoy día, la NASA (EE.UU.), la Agencia Espacial Europea (ESA), Roscosmos (Rusia), Jaxa (Japón) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) están a cargo y en forma conjunta.

Reunir a la comunidad internacional de esta manera, no cabe duda de que es realmente trascendente. Unir a la comunidad internacional y a agencias espaciales, para cooperar en el espacio, se había logrado limitadamente antes de que existiera la EEI, según explica Laura Forzcyk, directora de la consultora espacial Astralytical.

Experiencia de cero gravedad

Imagina pasar de 0 a 25 mil kilómetros por hora y llegar en solo 8 minutos y medio, a gravedad cero. Así cuenta, José Hernández, su experiencia cuando visitó la EEI por 14 días. Hernández concursó once veces para ser aceptado en la NASA y compitió con unos 18 mil candidatos, pero finalmente consiguió formar parte de la generación número 19 de astronautas. Así llegó a participar como ingeniero de vuelo en la penúltima misión para la construcción de la EEI, en 2009.

Hernández agrega que la EES como laboratorio, permite hacer estudios en condiciones de microgravedad, pues en la Tierra es difícil recrear esta condición por largos periodos de tiempo. Allí se ha logrado observar cómo funcionan la fisiología, biología y psicología humana bajo estas condiciones.

Gracias a investigaciones en astronautas a bordo de la EEI, se ha podido entender la pérdida ósea y de masa muscular. Los resultados no solo se han obtenido considerando el impacto de la microgravedad en el cuerpo, sino también, por lo observado en la Tierra, por razones como la edad, estilo de vida y enfermedades, según la NASA.

Un gran ojo que observa a la Tierra

De acuerdo con el Memorando de Entendimiento original entre la NASA y Rosaviakosmos, la EEI estaba destinada a ser un laboratorio, observatorio de la Tierra y fábrica en la órbita terrestre baja. Estaba previsto, también, que proporcionara transporte, mantenimiento y actuara como una base de ensayo para futuras misiones a la Luna, Marte y asteroides. Sin embargo, en la Política Nacional del Espacio de Estados Unidos en 2010, se le dio roles de servicio con propósito comercial, diplomático y educativo.

Entre todas esas funciones, destaca una por la perspectiva que ofrece su ubicación. La EEI gira sobre la Tierra unas 16 veces cada 24 horas y en cada vuelta hace fotos únicas del planeta. Desde allí rastrea todos los continentes mientras analiza el clima, la agricultura, cambios geográficos, eventos meteorológicos, la vida en los mares y mucho más. Las millones de fotografías acumuladas a la fecha permiten también hacer comparaciones y notar cambios como los ocasionados en el Amazonas, a causa de incendios y deforestación.

Hasta los momentos, este gran ojo suspendido en el espacio, ha permitido que el humano pueda, entre tantas cosas, apreciar el hermoso planeta donde estás ahora. Pero aún queda mucho trabajo por cumplir. Las expectativas son muchas y pasan, incluso, por encontrar una posible cura al cáncer, con lo cual el aporte a la especie humana ha sido, y seguirá siendo, inmenso.

Entonces ¡Qué cumpla muchos años más la EEI!