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Cómo ser anónimo en línea

Cómo ser anónimo en línea

By Bitor Camar

El anonimato en línea: VPN y Tor

Cada vez son más y más las personas que son usuarios diarios de Internet, y que están cada vez más concienciados de los peligros que eso puede conllevar, y cada vez más aprecian el anonimato.

Las VPN son ya muy conocidas como método para mayor seguridad en Internet, entre otros usos. El uso de una VPN debe ser un factor importante en su elección. Esto se debe a que una sola organización ejecuta una VPN que podríamos monitorizar o registrar su tráfico. Si desea intentar proteger su actividad de Internet de todos, debe enviar su tráfico a través de capas de diferentes entidades, para que nadie pueda rastrear lo que está haciendo, ni siquiera un proveedor de VPN. Afortunadamente, existe una tecnología que hace exactamente eso, y se llama Tor (The Onion Router).

Así es como funciona de manera diferente a una VPN. Imagina que quieres enviar una carta de forma anónima. Puede usar un mensajero de confianza para entregarlo directamente sin que otros sepan o revelen su identidad. Así es más o menos cómo funciona una VPN. Alternativamente, puede usar el servicio postal regular, dejando la carta en un buzón desde el cual se enruta a través de varias oficinas postales hasta que llega a su destino. Así es más o menos cómo funciona Tor.

Entonces, ¿Por qué no todo el mundo usa Tor? Como la analogía anterior, esta ruta no es la más rápida y directa, es de hecho más larga y hace que navegar por Internet sea más lento. También debe conectarse a la red Tor antes de comenzar a navegar, de forma similar a conectarse a una VPN, aunque el software Tor lo facilita con opciones para ordenadores de escritorio y dispositivos móviles:

  • Navegador Tor: un complejo navegador anonimizado para Windows, Mac y Linux.
  • Orbot: conexión Tor para Android, para usar con su navegador existente.
  • Onion Browser: un navegador Tor para iOS.

Si bien Tor no puede garantizar al cien por cien el anonimato al usuario que lo usa, sí que es cierto que mejora en gran escala la capacidad para ser anónimo y, en la práctica, el anonimato que se consigue es más que suficiente para un usuario común y normal.

El rastro que dejamos

Cada vez que nos conectamos a Internet, como hemos mencionado levemente antes, dejamos un rastro. Nuestro ordenador o dispositivo con el que nos conectamos, se conecta a múltiples servidores en la red y va intercambiando información.

Un ejemplo es la dirección IP pública, esta es la dirección con la que accedemos a Internet. Ese dato lo van a ver las páginas web a las que entramos. Van a saber dónde estamos, nuestro idioma, el tipo de dispositivo que estamos usando para entras, entre otras cosas. También podemos dejar rastro de nuestros gustos e intereses según dónde entramos y a qué hacemos clic, algo que las páginas web, en particular las destinadas al negocio, usan frecuentemente para vendernos personalizadamente según nuestros gustos y preferencias.

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